jueves, 26 de febrero de 2009

La Paradoja Robin Hood

Por Francisco Orell
Todos conocemos desde nuestra infancia la historia de Robin Hood, un justiciero que le quitaba el dinero a los ricos y poderosos para dárselo a los pobres. En este rol hemos visto personificado desde un zorro y varios actores, hasta políticos y dictadores.
Vamos a analizar primero un poco las caricaturas y el cuento clásico de Disney. Tenemos a este arquero que mediante su astucia y habilidad lograba infiltrarse en los castillos de los poderosos y acaudalados, quitarles su dinero para repartirlo entre el pueblo pobre, mayoritario y hambriento. El final del cuento siempre termina bien, pero vamos un poco mas allá, Robin continua retirando monedas de oro y plata a los viejos y clásicos tiranos, para dárselo al pueblo que mejora su calidad de vida. El pueblo consiente de esto no produce porque sabe que es mejor esperar que el Sr. Hood, les de su parte correspondiente. Sin que este pueblo produzca los Gobernantes no pueden obtener el oro y en un momento, nuestro justiciero al entrar al castillo descubre que no queda mas oro para devolverle al pueblo, los gobernantes tiranos se volvieron pobres. Nuestro valiente arquero y espadachín, se ve frente a una paradoja muy grande, ¿Qué hago ahora que los ricos pasaron a ser pobres, debo ayudarlos? Como es un gran justiciero y busca la igualdad y equidad, se pregunta ahora ¿A quienes debo quitar ahora el dinero? Mira el panorama y descubre, que el pueblo no tiene nada porque siempre vivió de lo que el les aportaba y vuelve a buscar; mira a los viejos ricos ahora también pobres. Después de analizar la situación nuestro héroe concluye: “El modelo se agoto los pobres continúan pobres y los ricos ahora también son pobres”.
Ahora intentemos deducir y analizar la realidad con un modelo similar. Tenemos un grupo de personas que producen y obtienen grandes ganancias, un sector que vive de una actividad relacionada y mantienen un nivel de vida medio, tenemos un sector de la población que vive en una condición de pobreza y el rol de nuestro héroe lo ocupa el estado.
Comienza la historia: El estado por medio de impuestos, comienza a retirar recursos del sector productivo, para que los sectores de menor capacidad obtengan mejores condiciones de vida, pero no utilizando esos recursos para hacer que estas personas produzcan y se pueda generar un ciclo virtuoso, sino que simplemente le reparte las migajas: un bolsón de alimentos o vestimenta. Esto genera que el sector que produce disminuya sus ganancias, lo que si sirve para alimentar a otros no estaría mal pero ahora ¿Sucede solo esto? Obviamente que no, el estado viendo que aun los que ocupan el rol de los tiranos posee rentabilidad, quiere sacarle un poco mas. Ahora usted piensa ¿eso se destina íntegramente a los que menos tienen? Obviamente no siempre algo de dinero queda en el camino. En Algún momento al que genera los recursos no les es rentable producir, entonces tiene 2 alternativas o se traslada a otro lugar donde si le sea rentable o simplemente deja de producir. Esto genera no solamente que los pobres no obtengan más el beneficio de la pobreza, sino que también genera que el 2do sector mencionado pierda su fuente de ingreso y como es obvio el que produce o no lo hace más o lo hace en otro lugar.
La ecuación se resuelve siempre de la misma manera, si el objetivo es siempre quitar y repartir, y no quitar e invertir, el resultado es siempre el mismo: pobreza absoluta.
La moraleja del cuento: La solución no es quitarle lo más posible al que mas tiene para darle simplemente al que menos tiene. La solución es que el estado transforme los recursos que obtiene por parte de los privados en mecanismos para que más gente ingrese al sistema productivo. Haciendo que existan menos pobres y mas ciudadanos libres e independientes, de la voluntad de un gobernante de darle o no el pan que tiene que tener todos los días.
¿Por qué no le damos dignidad, educación y empleo, en lugar de humillación y migajas?

3 comentarios:

  1. Las historias o mitos si se quieren, son para enseñarnos cosas, en el caso de Robin Hood, la lucha por la legitimidad del poder; y no la redistribución de la riqueza. Si bien tu analogía es interesante, recordemos que RH combatia contra el "Sheriff" que había usurpado el lugar de su padre y aprovechaba la situación mientras el Rey se encontraba en las cruzadas.
    Lamentablemente, vivimos bajo un gobierno, si se puede decir asi, que solo consigue su legitimidad gracias al clientelismo político, como bien mencionaste, dandole a los "no productivos", sacándole a los "productivos". Pero bueno, ¿no son los que están ahora los que siguen la política de "dar zapatillas y no libros"? Ya el mismo Maquiavelo advierte a los "príncipes" sobre el libertinaje y la parsinomia; el economista Keynes propuso una política fiscal de reinversiones; hasta los países que ahora son las mayores potencias utilizaban estas en los períodos de crisis (1929/30).
    Pero como siempre, nustra democracia es dolorosamente y excesivamente presidencialista, haciendo dificil distinguir entre un presidente y un rey, de un tirano. La "balanza" de poderes, completamente desequlibrada, al punto de que uno legaliza los desastres del otro.
    Ya los "productivos" advirtieron de que los recursos no son ilimitados; ya los "no productivos" exigen más; ya la gente se está cansando; ya la balanza se volverá a equilibrar; ya el paso firme de la Argentina altiva de mañana volvera a traer el eco sereno...

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  2. Estimado/s,

    Los invito a conocer la Revista Digital Orden Espontáneo: http://centroadamsmith.wordpress.com/revista-digital-orden-espontaneo/

    Saludos cordiales.

    Agradecemos su difusión.


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  3. em, qué análisis! qué nivel papá qué nivel!
    en el próximo post explicanos lo malo que es la intervención del estado en el regimen de exportaciones con blancanieves y los siete enanitos y ya estamos

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